HISTORIA POTENCIAL
sobre las palomas
Hace mucho tiempo conocía a una niña que cuando veía, en revistas, las fotos de novias y de quinceañeras que estaban en un lugar lleno de palomas se imaginaba lo que se pudiera sentir en ese momento, imaginaba que era ella la de la fotografías; libertad, tranquilidad, una emoción enorme. Aunque nunca decía lo mucho que anhelaba estar entre esas aves, ni investigaba sobre el lugar en que eran tomadas las fotos, podía verle el brillo en sus ojos que gritaban: quiero estar ahí.
Un dia una amiga fue a contarle que había ido con su primita a la zona colonial, que se había perdido porque era la primera vez que iba ella sola ( sin sus padres), también me dijo que fue al parque Colon y que habían muchas palomas. Al escuchar esto levanto rápidamente la cara, en forma de asombro, ya sabía donde estaban las palomas; sabía que era en el parque Colon de la zona colonial, pero no sabía dónde se encontraba exactamente. Me quede esperando a que me pidiera la llevara pero no lo hizo, a pesar de esto sus brillosos ojos seguían reflejando la idea de que las paloma volaran alrededor de ella.
Tiempo despues la lleve de paseo por la zona colonial, creía que mi plan saldría a la perfección. Dentro del recorrido hecho, cerca de las 5 pm, fuimos a la catedral, en el parque Colon habían algunas palomas. Al verlas, emocionada, me pidió que le tomara algunas fotos con ellas, pero como eran pocas y no volaron sobre ella, nunca creyó era el lugar al que desde hacía mucho le había gustado ir. Tenía que pensar en otra estrategia, decidi llevarla todos los días, por una semana, que ella buscara el lugar donde quería ir.
Pero un día, eran ya las 9:20 am, tenía casi dos horas caminando por la zona, se había perdido, no sabía donde más buscarla, solo faltaba un lugar, el lugar. Llego y veo como 100 palomas, en el parque!!!!! Ahí está ella, sorprendida. Caminaban entre ella y no volaban. Estaba tan emocionada, pero al mismo tiempo asustada, por qué?, nunca lo supe. Dos hombres que estaban cerca le habían dicho que no tuviera miedo porque ellas no hacían nada.
Comenzaron a hablar sobre ellas, dijeron que siempre iban porque ya estaban acostumbradas a que las personas le dieran comida.
Uno de ellos dice que en muchos lugares de la zona ellas están, pero que la mayoría iban a ese lugar. En ese instante la dulce niña supo que ese era el parque Colon.
Rápidamente todas comenzaron a volar tan fuerte que se sentía la brisa se iban donde un señor que había llegado y estaba vendiendo maíz, ella le llamo para comprarle, cuando tuvo la funda en sus mano todas se subieron a sus pies y volaban sobre ella, casi no la podía ver.
Nunca olvidare la sonrisa y alegría que vi difusamente en ella en el momento en el que solo podía ver el reflejo del brillo de sus ojos convirtiéndose en un rayo de luz que rápidamente se iba para no tener momento de regreso.
Hace mucho tiempo conocía a una niña que cuando veía, en revistas, las fotos de novias y de quinceañeras que estaban en un lugar lleno de palomas se imaginaba lo que se pudiera sentir en ese momento, imaginaba que era ella la de la fotografías; libertad, tranquilidad, una emoción enorme. Aunque nunca decía lo mucho que anhelaba estar entre esas aves, ni investigaba sobre el lugar en que eran tomadas las fotos, podía verle el brillo en sus ojos que gritaban: quiero estar ahí.
Un dia una amiga fue a contarle que había ido con su primita a la zona colonial, que se había perdido porque era la primera vez que iba ella sola ( sin sus padres), también me dijo que fue al parque Colon y que habían muchas palomas. Al escuchar esto levanto rápidamente la cara, en forma de asombro, ya sabía donde estaban las palomas; sabía que era en el parque Colon de la zona colonial, pero no sabía dónde se encontraba exactamente. Me quede esperando a que me pidiera la llevara pero no lo hizo, a pesar de esto sus brillosos ojos seguían reflejando la idea de que las paloma volaran alrededor de ella.
Tiempo despues la lleve de paseo por la zona colonial, creía que mi plan saldría a la perfección. Dentro del recorrido hecho, cerca de las 5 pm, fuimos a la catedral, en el parque Colon habían algunas palomas. Al verlas, emocionada, me pidió que le tomara algunas fotos con ellas, pero como eran pocas y no volaron sobre ella, nunca creyó era el lugar al que desde hacía mucho le había gustado ir. Tenía que pensar en otra estrategia, decidi llevarla todos los días, por una semana, que ella buscara el lugar donde quería ir.
Pero un día, eran ya las 9:20 am, tenía casi dos horas caminando por la zona, se había perdido, no sabía donde más buscarla, solo faltaba un lugar, el lugar. Llego y veo como 100 palomas, en el parque!!!!! Ahí está ella, sorprendida. Caminaban entre ella y no volaban. Estaba tan emocionada, pero al mismo tiempo asustada, por qué?, nunca lo supe. Dos hombres que estaban cerca le habían dicho que no tuviera miedo porque ellas no hacían nada.
Comenzaron a hablar sobre ellas, dijeron que siempre iban porque ya estaban acostumbradas a que las personas le dieran comida.
Uno de ellos dice que en muchos lugares de la zona ellas están, pero que la mayoría iban a ese lugar. En ese instante la dulce niña supo que ese era el parque Colon.
Rápidamente todas comenzaron a volar tan fuerte que se sentía la brisa se iban donde un señor que había llegado y estaba vendiendo maíz, ella le llamo para comprarle, cuando tuvo la funda en sus mano todas se subieron a sus pies y volaban sobre ella, casi no la podía ver.
Nunca olvidare la sonrisa y alegría que vi difusamente en ella en el momento en el que solo podía ver el reflejo del brillo de sus ojos convirtiéndose en un rayo de luz que rápidamente se iba para no tener momento de regreso.
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